La crisis económica y la contención en el gasto se ha extendido a los banquetes de bodas, donde, salvolas excepciones, los grandes salones de Catalunya han notado cambios en los enlaces matrimoniales, como menús más baratos, menor número de comensales, y reducción de flores y decoración, según los representantes del sector consultados por Europa Press.
BARCELONA, 31 (EUROPA PRESS)
Afirman que todavía quedan ceremonias selectas donde los novios tienden al despilfarro por tratarse de un día especial e irrepetible, pero priman las parejas que, antes de casarse, aseguran vivienda y coche, lo que se traduce en menos bodas y en bolsillos más inestables.
La discreción en las bodas se nota en el Balneario Termes Orion, de Santa Coloma de Farners (Girona), donde este año hay "menos bodas", pasando de un promedio de 150 celebraciones a unas 70 u 80. El presupuesto más "ajustado" se percibe en la elección del menú, tanto en carnes como en pescados, según explicó el propietario del complejo, Josep Campeny.
Otro cambio se da en el número de invitados: "Sobre la reducción de comensales, en el sector hemos percibido que ha bajado el número de personas que van a bodas por el gasto que supone en peluquería, regalo y ropa", señaló Campeny.
En el Castillo de Perelada (Girona), la responsable de gestión de bodas, Dolors Soler, aseguró que están trabajando "bastante". Entre abril y octubre tienen, aproximadamente, el mismo número de bodas que en años anteriores y, si ha habido alguna cancelación, ha sido por razones sentimentales.
El mayor cambio que han observado en Perelada es la disminución en el número de comensales, algo que relacionan con el hecho de que hay más enlaces civiles que religiosos. Hay más segundas nupcias en las que "no invitan a tantas personas, no pretenden hacer un gran bodorrio, sino una ceremonia más íntima".
LOS NOVIOS QUIEREN ESTABILIDAD
Por parte del Hotel Termes Montbrió, en Montbrió del Camp (Tarragona), la directora de Operaciones del grupo Roc Blanc, Mireia Besòs, resaltó que "si tienes una cierta calidad, el cliente que busca precio no viene". "Sí ha bajado en previsión, antes tenías reservas a tres o cuatro años vista, ahora en un año puedes prepararlo todo, pero la gente que quiere casarse, se casa", agregó.
Besòs indicó que los novios, antes de casarse, quieren "estabilidad", y anteponen el piso y el coche. En este sentido, consideró que "habrá gente que este año no se casará y esperará tiempos mejores". No obstante, en Montbrió siguen trabajando "a buen ritmo", con unas 70 u 80 bodas al año, la mayoría de entre 150 y 180 personas. Como contrapartida, tienen más bodas gays, en las que se gasta más porque quieren "un buen festival y barra libre".
BARCELONA, 31 (EUROPA PRESS)
Afirman que todavía quedan ceremonias selectas donde los novios tienden al despilfarro por tratarse de un día especial e irrepetible, pero priman las parejas que, antes de casarse, aseguran vivienda y coche, lo que se traduce en menos bodas y en bolsillos más inestables.
La discreción en las bodas se nota en el Balneario Termes Orion, de Santa Coloma de Farners (Girona), donde este año hay "menos bodas", pasando de un promedio de 150 celebraciones a unas 70 u 80. El presupuesto más "ajustado" se percibe en la elección del menú, tanto en carnes como en pescados, según explicó el propietario del complejo, Josep Campeny.
Otro cambio se da en el número de invitados: "Sobre la reducción de comensales, en el sector hemos percibido que ha bajado el número de personas que van a bodas por el gasto que supone en peluquería, regalo y ropa", señaló Campeny.
En el Castillo de Perelada (Girona), la responsable de gestión de bodas, Dolors Soler, aseguró que están trabajando "bastante". Entre abril y octubre tienen, aproximadamente, el mismo número de bodas que en años anteriores y, si ha habido alguna cancelación, ha sido por razones sentimentales.
El mayor cambio que han observado en Perelada es la disminución en el número de comensales, algo que relacionan con el hecho de que hay más enlaces civiles que religiosos. Hay más segundas nupcias en las que "no invitan a tantas personas, no pretenden hacer un gran bodorrio, sino una ceremonia más íntima".
LOS NOVIOS QUIEREN ESTABILIDAD
Por parte del Hotel Termes Montbrió, en Montbrió del Camp (Tarragona), la directora de Operaciones del grupo Roc Blanc, Mireia Besòs, resaltó que "si tienes una cierta calidad, el cliente que busca precio no viene". "Sí ha bajado en previsión, antes tenías reservas a tres o cuatro años vista, ahora en un año puedes prepararlo todo, pero la gente que quiere casarse, se casa", agregó.
Besòs indicó que los novios, antes de casarse, quieren "estabilidad", y anteponen el piso y el coche. En este sentido, consideró que "habrá gente que este año no se casará y esperará tiempos mejores". No obstante, en Montbrió siguen trabajando "a buen ritmo", con unas 70 u 80 bodas al año, la mayoría de entre 150 y 180 personas. Como contrapartida, tienen más bodas gays, en las que se gasta más porque quieren "un buen festival y barra libre".
-Raymundo Carrasco Arreola
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