sábado, 5 de noviembre de 2011

La Boda Perfecta, los detalles

Para que una boda salga bien, hasta los últimos detalles deben estar controlados y decididos, porque en los detalles se gana o pierde una batalla.

Por ejemplo, los invitados vegetarianos. Es importante tener alternativas en el menú para ellos.

Otro detalle, los invitados no religiosos y que se niegan a entrar en la iglesia tajantemente suelen dejarse en las bodas a su aire. Pero si se concierta con un mesón o bar cercano un mini cóctel, la sensación general de todos los invitados (eso lo sabrán todos) será de pleno control de los detalles. No hay que tener miedo, por esta medida los invitados no abandonarán la iglesia.: el día estará lleno de bebida y comida, y por una más no de dejarán tentar frente a la belleza de la ceremonia.

Más detalles: el arroz es una tradición a la hora de la salida de los novios, pero no es obligatoria. El arroz muchas veces incomoda a los novios, en especial porque se incrusta en todos los lugares dentro de los trajes y el cabello, y lo que es más peligroso, en los ojos, pudiendo causar un accidente que rompa la armonía del día. En su lugar, los pétalos de rosas son más elegantes y románticos. Para ello, e incitar a los invitados a no tirar arroz, pueden colocarse grandes cuencos de pétalos a la salida de la iglesia, que sirvan de decoración, y no está de más incluir en la invitación la recomendación de no llevar arroz. Incluso los cañones de papelillos coloreados a estilo futbolístico hacen un gran efecto visual.

Los recuerdos para los invitados: Estamos acostumbrados a que en todas la bodas se regalen objetos casi siempre inútiles y que suelen acabar en la basura o en el fondo de un armario. ¿Por qué no regalar utilidad?. Por ejemplo un frasco de colonia, una agenda, un mp3 o un CD con las canciones de la boda.

Flores: Los recuerdos se suelen entregar al final del banquete. Pero podemos entregar una vistosa flor del color general de la boda a cada dama, haciendo que el colorido y la armonía se manifiesten con esplendor en las manos de las invitadas.

Coche de los novios: Los novios elegirán un coche que transporte a la novia, que por su significación será especial, y que luego llevará a ambos novios, sólo a ellos conducido por un chofer. Se puede sustituir por un carruaje o alternar varios vehículos. El adorno floral será simple en tonos claros. La novia ocupará siempre la parte derecha tanto con el padrino como con el novio. Cuando éste vaya con la madrina al lugar de la ceremonia también ocupará la parte derecha.

Transporte: Si la mayoría de los invitados son de un punto geográfico determinado y ceremonia, banquete o fiesta, o todos se celebran a las afueras, es preferible contratar un autocar para todos aquellos que no disponen de coche o no desean usarlo.

Azafatas de boda: Las azafatas que se pueden contratar en una agencia de azafatas o seleccionarlas directamente, realizarán las tareas de recepción el lugar de ceremonia y en el de banquete, ubicarán a los distintos invitados, repartirán pétalos antes de la salida de los novios, organizarán las fotografías de los invitados con los novios, servirán de punto de información a los invitados sobre horarios, acciones y ubicaciones, y servirán en general a la organización de las distintas etapas de la boda. Irán uniformadas convenientemente al estilo general del día. Pueden ser azafatas o azafatos, o mixto y con dos tres vale, dependiendo del número de invitados.

Y el detalle más importante de todos: la sonrisa. Esta debe estar en la boca de los dos novios los sesenta segundos de cada minuto del día. La felicidad debe ser la idea que contagie a todos los invitados, y la alegría debe reflejarse en las fotos, vídeos y en las conversaciones con los invitados. La sonrisa es gratis y es uno de los secretos de una boda ideal. Fuente: miboda.com
- Raymundo Carrasco Arreola
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lunes, 20 de octubre de 2008

El lugar de la ceremonia para tu boda

La ceremonia de la boda es el acto principal, sin olvidar, claro está, la posterior celebración con amigos y familiares.

Como sabemos, hoy en día es posible oficiarla por la Iglesia, por el Juzgado o en el Ayuntamiento, aunque existen variantes de las tres opciones enumeradas.

La boda católica se suele celebrar por tradición en la Parroquia de la novia, aunque no es obligatorio. Para cambiarlo basta con dirigirse al párroco, o persona encargada, y acordar conjuntamente la fecha de boda, siempre que haya un hueco.

Otra opción es elegir una iglesia, capilla o catedral a gusto de los novios, ya sea por dotar a la ceremonia de mayor encanto, empaque o mero capricho. Conviene no acudir a los templos de moda si los novios no poseen la suficiente paciencia para tener que esperar muchos meses o incluso años en una interminable lista de espera.

Las pequeñas Iglesias, o capillas, son más acogedoras, más vistosas y más románticas. Además permiten mayor impacto en la decoración, que podrá ser global, y no centrarse necesariamente en determinados puntos en los casos de templos grandes.

Que la boda sea religiosa no impide que se pueda celebrar en un jardín de una casa o mansión particular o en una carpa . Todo depende del presupuesto, y convencer a un sacerdote para que la oficie.

Si la boda es sólo civil, el marco más apropiado es el Ayuntamiento. Los alcaldes o concejales tratan de oficiar las ceremonias con toda la vistosidad y alegría que la ocasión se merece, e incluso el entorno puede compararse en algunas casas consistoriales al de una iglesia. Los ayuntamientos suelen permitir la llegada en coches suntuosos, los adornos y los lógicos vítores.

Otra opción civil es celebrar la boda en el Juzgado, aunque lo de celebrar sólo sea un eufemismo, ya que la ceremonia es tan fría y austera que en la mayoría de los casos se equipara a la lectura de una sentencia. Una variante original es celebrar la boda en alta mar, con el Capitán del barco como oficiante. Existen cruceros a tal fin, donde novios y asistentes pueden disfrutar unos días de la luna de miel conjunta. Inf. de miboda.com
- Raymundo Carrasco Arreola
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lunes, 6 de octubre de 2008

¿Cuándo casarse? III

Como ventajas de celebrar el la boda y el posterior banquete en forma de almuerzo destaca la de no obligar a los invitados foráneos a pernoctar con los inconvenientes que eso tiene, pudiendo volver a sus lugares de origen en el mismo día. Otra virtud es la poder ofrecer una comida más cargada que durante la noche, dónde los estómagos se resienten más.

Asimismo, los salones, carpas y haciendas suelen hacer mejores precios para el día que para la noche, que obliga a pagar más a empleados y servicio.

Pero esta elección suele venir ya decidida en muchas ocasiones por la combinación Iglesia-Ayuntamiento-Juzgado y restaurante o salón de banquetes, que ofrecen sus horarios libres y son los novios los que deben ajustarse a ellos. Recordemos que en ciertos templos con renombre hay listas de espera de años, y los hoteles de más prestigio tienen sus agendas comprometidas en iguales plazos.

La noche, además de su elegancia -lo que arrastra a la de los invitados- permite unir naturalmente el banquete con la posterior fiesta en forma de baile. En un almuerzo queda forzado ponerse a bailar a las 7 de la tarde. Por no citar que muchos invitados, si se hace en sábado, no tendrán que ausentarse de sus obligaciones laborales.

De cualquier manera, esta es una elección que debe tomarse atendiendo a las necesidades de organización, invitados y logística. Si queda margen para la elección, dependerá del gusto de los novios, como quieren pasar el día de su boda y cuanto quieren que dure toda la fiesta. Información de miboda.com.

- Raymundo Carrasco Arreola

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viernes, 3 de octubre de 2008

¿Cuándo casarse? II

Mayo, Junio y Septiembre, suelen estar masificados en cuanto a coincidencia de novios contrayendo matrimonio. Julio y Agosto también se eligen pero se procuran evitar por no entorpecer las vacaciones de los invitados, y no encarecer el viaje de los novios, que suele ser a continuación de la fecha nupcial, aunque no hay regla para ello. Abril y Octubre, principio y final del buen tiempo, están cogiendo carrerilla para situarse en las fechas de privilegio.

Pero nada garantiza el buen o mal tiempo, aunque siempre conviene cumplir con la tradición de llevar un presente al Convento de las Claras más cercano, antes huevos, pero las Madres hartas de ellos, prefieren dinero.

¿Qué día?

Indiscutiblemente las estrellas son los viernes y los sábados. Ello porque posibilita a los invitados no tener que guardar la compostura y horario del día laboral siguiente.

También es alternativo el domingo por la mañana. Las comuniones se realizan en ese día y no suele haber mayor problema.

Los demás días de la semana acostumbran a estar descartados por el motivo esgrimido, pero como en todo, la originalidad y las necesidades pueden imponerse, y obligar a muchos invitados a dedicar un día libre en su trabajo.

¿Mañana o tarde?

Esta es una de las decisiones que hay que tomar, aunque muchas veces la solución viene impuesta por las circunstancias.

La noche gana terreno al día. El final de la tarde se ha convertido en un lugar más mágico del día para las uniones y las posteriores celebraciones. El glamour de la noche no se puede comparar con el de la mañana, y los novios más elitistas lo prefieren sin pensar. Inf de miboda.com
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martes, 30 de septiembre de 2008

¿Cuándo casarse? I

La elección de la fecha de la boda es un conjunto de estrategia, suerte y capricho. En las grandes ciudades los lugares de moda tienen lista de espera. No hay que olvidar que hay que coordinar fechas libres para el lugar de la ceremonia, para el del banquete, con las necesidades de los novios, idoneidad para los invitados, y demás detalles.

Hay dos opciones: o esperar largo tiempo a que todos estos factores se pongan de acuerdo, o bien, tener flexibilidad máxima tal que aunque hayamos elegido por ejemplo una iglesia, cambiarla por otra para que coincida la fecha del restaurante, o al revés.

Lo más concurrido suele la iglesia, ayuntamiento o juzgado, así que conviene empezar por ahí. A partir de la fechas alternativas que podamos conseguir encajaremos las demás piezas del puzzle. Lo ideal es conseguir todos nuestros caprichos en cuanto a sitios de celebración, y eso exige paciencia, aunque si tenemos alternativas, mejor que mejor.

Un buen plan es elegir un par de meses como referencia, y de ahí, ir concretando, sin agobios ni prisas. Eso sí, si nuestra pretensión es casarnos en un lugar privado, nadie nos hará competencia, y seremos amos y señores para poder decidir.

¿En qué época?

La inmensa mayoría de los novios rechaza los meses más fríos para su gran día, como pueden ser los comprendidos entre noviembre y marzo. Las temperaturas bajas imposibilitan el lucimiento de novia e invitados, aunque podemos ser originales y tener una boda redundantemente blanca, y de paso ahorrar buena parte del presupuesto, porque los costes serán menores ya que los locales de banquetes de bodas tienen escasa demanda en esas fechas. Además podremos elegir a nuestras anchas sin tener que pegarnos con otros novios por aquél restaurante o aquella capilla romántica. La boda será especial, eso seguro y no seremos unos más de los que se casan en primavera o verano.

Siendo más convencionales, elegiremos la primavera -romántica por naturaleza-, verano o el otoño, que cada vez es menos despreciado. Prima que los novios gocen de buen tiempo, huyendo de la temida lluvia, y que los invitados puedan lucir sus mejores galas, que se muestran mejor con temperaturas acogedoras. Información de mi boda.com

- Raymundo Carrasco Arreola

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viernes, 26 de septiembre de 2008

Financiación de la boda

La boda, ya sea en la Iglesia (dónde más gastos de producen) en Juzgado o Ayuntamiento, supone un alto coste económico que hay que tener previsto desde el principio: vestidos, peluquería y maquillaje, flores, fotografía y vídeo, banquete, música, viaje de novios, etc.

Hoy en día el coste de una boda media suele superar con creces los 12.000 euros. En consecuencia hay que prever de donde va a venir el dinero para pagar cada uno de los gastos.

Si nos atenemos a la tradición, el novio (su familia) compraba el ramo nupcial, pagaba el viaje de novios y aportaba la casa conyugal. Toda la ceremonia, el vestido, adornos, invitaciones, fotos y demás costos de la ceremonia iban a cargo de la familia de la novia.

Actualmente estas costumbres han perdido vigor, excepto la de que el vestido de novia lo sufragan los padres de la novia.

Lo normal y más lógico es que ciertos costos comunes como pueden ser los de la ceremonia, fotografía, decoración floral, música y viaje de novios se pague a medias, bien sea por los novios o por los padres.

Los vestidos y cuidados personales para ese día correrían a cargo de cada novio. En cuanto al banquete, la parte más gravosa, cada parte pagaría de acuerdo a la división de invitados, dejando un fondo común para amigos de ambos.

Pago de los propios novios

Respecto a la división padres-novios, en la actualidad, la media de edad de los contrayentes se ha elevado mucho y estos ya suelen gozar de una capacidad económica tal que les permiten costear la totalidad de la boda, dejando a los padres el gasto de trajes y del convite de familiares más lejanos de cada parte.
Asimismo, ya es está plenamente aceptado que los invitados realicen su regalo directamente en dinero en efectivo, lo que es más práctico para todos, alejando la idea de recibir regalos inútiles, repetidos y hasta ridículamente de mal gusto. Por ello, esta vía se ha convertido en la forma habitual de financiación de las bodas, dejando beneficios para viajes y decoración del futuro o presente hogar.

No hay que olvidar que debido a ese aumento de la edad media de los novios, suelen tener ya una casa ya decorada y equipada, por lo que los clásicos regalos de decoración sobran. Y si no es así, es preferible que los novios elijan a partir del dinero recibido, todo aquello con lo que quieren vivir. Es clásico odiar ciertos elementos como jarrones, porcelanas o alfombras que hay que mantener en el hogar por si acaso se recibe la visita del regalador de turno.

Y si no se cuenta con suficientes posibilidades presentes o futuras, siempre se pueden recortar los gastos ahorrando en cada uno de los aspectos: vestido mas económico o alquilado, fotografías y vídeo realizado por amigos (para ello hay que elegir una parroquia que lo permita), decoración básica, y convite "íntimo" con los invitados especialmente allegados.
Por último, reseñar que es posible solicitar un crédito bancario para financiar y pagar la boda. Pero esto hay que hacerlo como último recurso, bien previendo que con los regalos en metálico se puede devolver, o aplazándolo varios meses o años. Puede pensarse que si el matrimonio ya tiene una deuda hipotecaria, no pasa nada por aumentarla un poco con un crédito de tamaño medio o pequeño. Obviamente, lo ideal es comenzar la relación libre de cargas, pero no siempre es posible.

En cualquier caso, siempre es oportuno realizar el presupuesto de bodas con mucha flexibilidad porque siempre habrá sopresas en forma de gastos de última hora. Información de miboda.com.
- Raymundo Carrasco Arreola

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miércoles, 24 de septiembre de 2008

Organización de una boda

Una boda es algo más que decirse sí, luego hacer una comida o cena con las personas más próximas, y luego rematar con un viaje de novios. Todo tiene que salir bien, porque es una fecha señalada para los dos novios, uno de los días más importantes de sus vidas, que para unos es un sello de amor, para otros un acto formal necesario para crear o afianzar una familia y para otros mero simbolismo, pero siempre importante al fin de al cabo..

Para comenzar debemos decidir globalmente que sensaciones queremos causar, que recuerdos deben llevarse los invitados: glamour, elegancia, improvisación, espontaneidad, dinamismo, acogida, humor, alegría, solemnidad, cariño, etc. Debemos definir una idea que marque la boda en general.

A partir de ahí empezaremos por los trámites, eligiendo primero el lugar de la ceremonia: iglesia, juzgado, ayuntamiento, casa o finca privada, etc. Jugando siempre con nuestra idea global.

Posteriormente el lugar del banquete si no se celebra en la misma casa o finca de la ceremonia, siguiendo el estilo marcado para su elección: restaurante, hotel, salón de banquetes. Teniendo como elemento de decisión el entorno, el menú y el desarrollo de el evento: más elegante, mas informal, más abierto a la improvisación o todo marcado, con el personal de servicio, mesas, vajilla y ambiente más o menos lujoso o bien atrevido.

Tiendo estos dos objetivos apalabrados, debemos bajar a los detalles: decoración de ambos lugares, trajes de los novios, invitaciones, maquillaje y peluquería, protocolo de los invitados, música, fotografía y vídeo, etc.

No hay que olvidar aspectos como la elección de le fecha, la burocracia, la financiación de los gastos, el posterior viaje de novios, administración de confirmaciones, y los demás elementos para que todo salga bien.

Todo ello pueden hacerlo personalmente los novios, con ayuda de padres o familiares, dejándose aconsejar por quien ya ha pasado por esto, o confiar en una empresa o en un experto en organización de bodas para el conjunto del día nupcial o para parte. En MiBoda.com trataremos de ayudarte paso a paso.

La regla es que con cuanta más intensidad e ilusión sea vivido el día, y por supuesto, todos los preparativos hasta llegar ahí por parte de los novios, mejor saldrá. Informacion de mi boda punto com.
- Raymundo Carrasco Arreola

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